Un análisis del Comité de Exportadores de Camarasal

Una reciente publicación de la OMC indica qué transcurrido el primer trimestre del 2021, el comercio internacional ha registrado un fuerte crecimiento, sin embargo, este ha sido desigual entre las regiones, quedando  rezagadas aquellas con escasos recursos y economías menos industrializadas. Los datos revelan que el volumen de comercio mundial creció inter trimestralmente un 2.1% en el primer trimestre en comparación al cuarto trimestre del 2020, lo que equivale a una tasa anual del 8.7%, estos datos están en línea con las proyecciones realizadas por la OMC[1].

Para el caso de El Salvador, al primer semestre del 2021 se registró un impulso en las industrias exportadoras en la que destacan la industria textil, prendas de vestir y maquila. Para el mes de junio, el BCR[2] registró en 29 de las 31 ramas de actividad económica un comportamiento positivo en sus exportaciones cuyo aporte sumo $1,069.3 Mills más a lo registrado en junio anterior. El impulso de las exportaciones se ve reflejado en el aumento de la demanda de bienes y servicios con destino a Estados Unidos, Centroamérica y Corea del Sur, estos destinos representan el 95.2% del aumento en las exportaciones. Es importante tener en cuenta que junio 2020 forma parte de los meses del cierre económico, no obstante, las cifras registradas por el BCR muestran una recuperación a niveles mayores a los registrados en junio 2019.

Por otra parte, según las cifras de operaciones e ingresos acumulados registrados por la Dirección General de Aduana (DGA) en las diferentes aduanas del país para junio 2021, se ha recaudado $860.7 Mills, cifra superior a las registradas para el mismo período en el 2020 y 2019, para el caso de las operaciones se reportan 403.1 mil, siendo también mayor a las reportadas en el 2020 y el 2019.

A pesar que el comportamiento del comercio exterior es alentador, hay que señalar el incremento en el costo de las materias primas, combustible y fletes que están afectando los precios de venta, lo cual se traslada al comportamiento del comercio exterior, pudiendo elevar los montos comercializados a raíz del alza en los precios[3]. Hay sectores que han experimentado un aumento en sus costos de más del 70% y se espera que esta tendencia al alza de los costos y materias primas se mantenga por el resto del año[4].

Abonado a esto, líderes de gremiales empresariales salvadoreñas[5] anuncian la posible, si no es que actual, escasez que afrontarán las industrias de textiles, calzado, material electrónico y aluminio por temas de tardanzas en la llegada a puerto de sus materias primas debido a los escasos contenedores disponibles y la dificultad de reservar espacios de carga en barcos, esta última puede tomar meses e incluir pagos anticipados, lo que deriva en incremento de costos en tiempo y dinero. 

A nivel mundial, el gigante asiático se enfrenta a un repunte de casos de covid-19 en su variante Delta, ante tal situación, China está aplicando su política de “Tolerancia Cero”, la más restrictiva aplicada hasta el momento. El Ministerio de Transporte chino exige que toda la tripulación presente su constancia de salud o pruebas negativas de COVID-19, además de someter el barco a una desinfección profunda antes de permitirles descargarlo o cargarlo.

 A nivel de flujos comerciales esta política está atrasando el paso de buques en el puerto de Ningbo, el segundo punto marítimo más grande de China, ocasionando largas filas de espera, teniendo como resultados ajustes de horarios y reestructuración de rutas marítimas[1]. Esta medida es impulsada en pro de la salud de la población en China, no obstante, suma contrapeso a los retrasos en las cadenas de suministros globales. Por otra parte, las medidas pueden frenar el crecimiento económico del gigante asiático.

“La economía china está perdiendo impulso por las nuevas restricciones del coronavirus y las cadenas de suministro globales enfrentan más tensiones, que se suman a las colas en los principales centros de transporte chinos, ya estresadas por un resurgimiento del gasto del consumidor, la escasez de buques portacontenedores y los atascos en los puertos.” (Infobae 2021).

Pese a las dificultades ocasionadas por la pandemia, el comercio exterior se encauza a una recuperación paulatina. A nivel nacional el aparato productivo exportador muestra niveles de operación similares e incluso superior a la pandemia; sin embargo, hay que tener presente el aumento en los costos y sus efectos en el comercio. A nivel mundial, se debe estar atentos a la aplicación de nuevas restricciones en Europa y Asia, debido a una tercera y segunda ola del COVID-19, para preparar nuestra producción y actividad económica para eventuales afectaciones externas en las cadenas de suministro globales.


[1] Infobae. Puertos chinos colapsan por política de “tolerancia cero” sobre el COVID-19


[1] OMC. El comercio de mercancías registra un fuerte crecimiento en el primer trimestre a pesar de las crecientes disparidades regionales

[2] BCR. Exportaciones salvadoreñas de bienes crecen 48.1% a junio 2021

[3] Diario El Mundo. Industriales esperan incrementos en costo de varios productos

[4] EDH. Incremento de 100 % en el precio de materias primas complica cadena logística en Centro América

[5] EDH. Incremento de 500 % en precio de fletes pone en riesgo suministro de materias primas