“Competitividad no es devorar a los otros, es aprender qué están haciendo bien, aprender y tratar de mejorarlo”, señaló el director ejecutivo de Camarasal, Federico Hernández, en su participación en el conversatorio Competitividad y transformación digital: priorizando medidas para superar el impacto COVID-19, organizado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo (FUSADES).
Hernández destacó que la competitividad de las empresas salvadoreñas y del país se vio seriamente afectada tras el cierre de la economía en 2020, que obligó a muchos rubros a trabajar remotamente o a detener totalmente su producción.
“Notamos que la mayoría de empresas no estaban preparadas para entrar a una era digital, sobre todo las micro y pequeñas empresas. El impacto fue terrible para ellas”, señaló el director ejecutivo de la gremial. Hernández agregó que en el sondeo realizado entre los socios de la gremial en octubre de 2020, el 57% dijo que el teletrabajo para ellos no era viable.
Así lo demostró también el estudio presentado por FUSADES durante el evento, en el que destacó que en 2019 “solamente el 58.9% de las empresas disponía de página web, y el 14.9% brindaba el servicio de pago en línea”.
Las empresas han tenido que correr e invertir para poder seguir el ritmo impuesto por las nuevas formas de hacer negocios; y ante los retos que trajo el COVID-19, para poder consolidar y hacer crecer el capital, El Salvador debe llevar dos rutas en paralelo: la innovación y la infraestructura, señaló Hernández.
El dirigente gremial destacó que “es necesarios definir cuáles serán las grandes apuestas del país, o estaremos creando una infraestructura que eventualmente termina siendo grandes elefantes blancos que le cuestan millones de dólares a los salvadoreños”
Además, Hernández explicó que en el caso de la educación, el criterio es importante, pero esa capacidad de generar pensamiento crítico no lo está cumpliendo nuestro sistema educativo, y no es de hoy, viene desde hace décadas”.
El dirigente gremial finalizó su participación expresando que para recobrar la competitividad perdida como país es primordial una estabilidad política. “No se puede sacar adelante al país sin estabilidad política”, finalizó.