La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) unen sus fuerzas para beneficiar a pequeñas y medianas empresas del país con el lanzamiento de una nueva edición del exitoso programa de innovación empresarial INNOVEXPORT, como parte de su Proyecto para la Competitividad Económica.
El banderillazo de inicio oficial estuvo a cargo de Alexandra Hadzi-Vidanovic, directora en funciones de la Oficina de Crecimiento Económico y Educación de USAID, y de Jorge Hasbún, presidente de la Camarasal.
El programa de innovación se enfoca en introducir la cultura de la innovación en la gestión estratégica de las empresas, a través de la asesoría y el acompañamiento técnico del equipo de la gremial y los consultores expertos formados en la metodología específica. Al volverse uno de los pilares más importantes en la estrategia en las empresas, la innovación incrementa su competitividad mediante un método integral que incluye aspectos como, diversificación de productos y servicios.
En el evento de lanzamiento, Jorge Hasbún destacó el espíritu emprendedor de los empresarios salvadoreños y su capacidad innata para reinventarse para superar las crisis, citando como ejemplo lo sucedido tras el impacto de la pandemia por el Covid19 en el país. Hasbún mencionó también que, “a través de Innovexport, las empresas participantes han logrado innovar con inteligencia, es decir, con una clara visión y una estrategia ordenada, haciendo de las grandes nuevas ideas algo verdaderamente productivo y sostenible en el tiempo.” Finalmente, el presidente de la Cámara reconoció la alianza con USAID, a través de su programa de Competitividad Empresarial, para impulsar esta iniciativa. El programa es impartido a través de talleres prácticos que se desarrollan de la mano de expertos en gestión empresarial y esta vez se llevarán a cabo de forma combinada, con algunas sesiones presenciales y otras virtuales, para poder proteger la salud de los participantes y evitar contagios de COVID-19.
Los talleres se enfocan en dos aspectos importantes: la identificación de estrategias para la competitividad empresarial y la generación de valor e ideas de innovación. Asimismo, el programa también busca formar a los colaboradores de las empresas para que estas cuenten con la capacidad instalada y asegurar la implementación de los proyectos de innovación.
La octava edición de Innovexport abrió su convocatoria en mayo y está enfocada en los negocios que tienen más de 10 empleados, un mínimo de tres años de operaciones y que reportan más US $100,000 en ventas anuales, provenientes de cualquier sector productivo.
Sobre el programa Innovexport
INNOVEXPORT es una adaptación del Programa Innovex, creado por la Cámara de Industrias de Costa Rica en 2012.
En El Salvador comenzó a implementarse en 2014, con la primera edición y la participación de 11 empresas, en su mayoría del sector químico farmacéutico. Con el éxito de esta experiencia, se desarrolló la segunda edición el siguiente año, enfocada en el sector de Alimentos y Bebidas, uno de los más dinámicos que ha implementado los procesos de innovación. Un total de 11 empresas más incorporaron exitosamente la gestión de la innovación en sus productos, procesos y modelos de negocio. Ambas contaron con el apoyo de USAID.
Las ediciones 3, 4, 5 y 6 del programa, se llevaron a cabo con el apoyo financiero de la Unión Europea, a través del Programa Al Invest 5.0.
En cuatro años de ejecución en San Salvador, el programa ha logrado permear la cultura de innovación en 54 pequeñas y medianas empresas a través de las siete ediciones llevadas a cabo. Las 54 empresas han creado 99 nuevos productos y generado 159 nuevos empleos.
En 2018, el Proyecto de USAID para la Competitividad Económica se convirtió de nuevo en el aliado de la gremial, para llevar a cabo la séptima edición y haciendo posible la ejecución de INNOVEXPORT en Santa Ana y San Miguel por primera vez. En esta oportunidad, se logró la participación de 13 y 10 pymes, respectivamente, siendo cinco de ellas lideradas por una empresaria. En el caso de Santa Ana, las empresas desarrollaron 14 nuevos productos y brindaron 13 nuevas oportunidades de trabajo. En San Miguel, el programa dio como resultado 37 nuevos productos en el mercado y 41 nuevos puestos de trabajo.