La caída de las ventas a causa de las medidas impuestas por el gobierno para frenar la pandemia del COVID-19 estaría afectando al 95% de las empresas salvadoreñas, según reveló una encuesta realizada por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador entre sus socios a nivel nacional.
Los resultados de la encuesta fueron dados a conocer hoy en conferencia de prensa por el empresario Jorge Hasbún y por Federico Hernández, presidente y director ejecutivo de la gremial, respectivamente.
“Creemos que el tema sanitario se ha manejado muy bien, pero las cifras nos demuestran que hay que llevar en paralelo el manejo de la economía”, dijo Jorge Hasbún, durante la presentación de los resultados de la encuesta.
Desde que se tomaron las primeras medidas de emergencia, la Cámara ha realizado dos encuestas entre sus socios; una, entre el 17 y 23 de marzo, y la más reciente, entre el 1 y el 5 de abril. En esta última, participaron 1,009 empresas, que representan más del 40% de su membrecía. El 86.6% de las empresas que participaron son micro, pequeñas o medianas empresas.
Ambas consultas revelan que el principal impacto de las medidas de emergencia se registra en la baja de ingresos por ventas. En la primera encuesta, el 85% de los empresarios reportaba una baja en sus ingresos por ventas, pero en la más reciente medición el 95% de la mipyme afirmó haber sufrido una disminución en este aspecto.
Respecto al nivel de baja en las ventas, el 67% de las empresas que participaron calculan pérdidas de más del 75%. A ese porcentaje le siguen el 14.6% de las empresas que consideran la disminución de hasta 50% en sus ingresos. Esta segunda encuesta revela, además, que cerca de un 40% de la mipyme reporta ya una disminución del 100% en sus ingresos.
Sobre las medidas que los empresarios se verían obligados a tomar de prolongarse el periodo de emergencia por tres o cuatro semanas más, el 46% consideró reducir o suspender actividades.
“Nos preocupa que 232 empresas de las que participaron en la encuesta están ya considerando desde un cierre paulatino hasta el cierre definitivo de operaciones. Recalcamos que queremos una población saludable, pero que pueda gozar esa salud y bienestar teniendo también un trabajo digno”, dijo Hasbún al detallar este resultado de la encuesta.
No obstante la respuesta anterior, el 31% de los empresarios encuestados manifestaron que, al verse comprometida la liquidez de sus negocios con el alargamiento de las medidas, se verían obligados a dejar de pagar salarios, mientras que el 30% se decantó por suspender los pagos a sus proveedores. Al respecto, Federico Hernández hizo énfasis en que “esto no se trata de no querer pagar, si no de no poder hacerlo.
Esa es la realidad de los micro, pequeños y medianos empresarios que participaron en nuestra encuesta”. A estas medidas inmediatas, los empresarios también ponderaron como la tercera medida la incapacidad que tendrán para pagar impuestos. De no encontrar medidas urgentes para reactivar la economía, dijo el director ejecutivo de la gremial, esta situación va a golpear también los ingresos del Estado.
En cuanto al tiempo que necesitarán para alcanzar el nivel de facturación que tenían previo a la crisis, el 39% de los encuestados consideró que será de tres a seis meses, el 29%, entre siete y nueve meses, mientras que el 31% dijo que la recuperación tardaré diez meses y más.
“Esto es grave, porque de las empresas dependen los empleos de cientos de miles de salvadoreños, y si el periodo de bajas ventas se prolonga mucho, los empleos corren peligro. Nuestras propuestas se enfocan, desde el inicio, en salvar el empleo”, concluyó el presidente de la gremial.